Un embudo automatizado integra captación, educación, oferta y cierre en un flujo coherente que trabaja 24/7. Su objetivo no es “enviar emails”, sino crear un camino donde cada usuario recibe el mensaje adecuado según su interacción y su nivel de intención. En Roimaiori diseñamos funnels que combinan landings, lead magnets, secuencias y activaciones comerciales conectadas con tu CRM.

Partimos de la propuesta de valor y definimos rutas de entrada (Ads, SEO, social, referidos). Cada ruta apunta a una landing clara con un lead magnet o una demo. Desde ahí arranca una secuencia que educa, resuelve dudas y detecta señales de compra (visitas a pricing, repetición de contenidos, clics de alta intención). Cuando las señales se acumulan, priorizamos ese lead y disparamos acciones comerciales: invitar a una reunión, ofrecer un caso de uso específico o habilitar un canal directo de conversación.

El contenido del embudo se diseña por etapas: descubrimiento, consideración y decisión. En cada etapa cambiamos el lenguaje y el formato para acompañar al usuario: de beneficios generales a pruebas concretas, de inspiración a comparativa, de dudas a pasos para empezar. El tono es directo y útil: evitamos ruido y priorizamos claridad.

La automatización orquesta tiempos y canales. Pausamos secuencias si el usuario reserva una demo o compra; reactivamos si se enfría; variamos el ritmo según el engagement. Integramos con calendarios para reservas automáticas, registramos interacciones en el CRM y dejamos alertas para que ventas entre en el momento oportuno con contexto completo.

Con analítica medimos tasas de paso entre etapas, tiempo medio a conversión y revenue por flujo. Esto nos permite ajustar ganchos, fricciones y CTAs para mejorar continuamente. Un buen embudo automatizado es un sistema de aprendizaje continuo.

Resultado: menos tareas repetitivas, más cierres y una experiencia consistente para cada usuario.